La comedogenidad es la capacidad de una sustancia cosmética de producirte comedones por creación de un tapón por acumulo de queratina.
Por comedores entendemos a los puntos negros y blancos qué no presenta inflamación.
Durante muchos años este tipo de pruebas se ha realizado en las orejas de un conejo pero desde que en el año 2013 (si no recuerdo mal) se prohibió la experimentación cosmética en animales en Europa se hace en la espalda de voluntarios.
Se aplica la sustancia a evaluar en un parche y este se le sitúa en la espalda. Se deja ahí por 48 horas y a las 72 horas se evalúa si ha habido algún tipo de reacción o si le han aparecido comedones.
El problema que plantea esta prueba es que la piel de la cara y la de la espalda no es la misma, siendo la espalda mucho más gruesa y con menor número de glándulas sebáceas que las que presenta tu cara.
Así que esto puede ser orientativo pero no es algo escrito en piedra.
Este tipo de prueba se hace normalmente con la fórmula completa y no con los ingredientes por separado porque ahora se sabe que el producto terminado no tiene las mismas características de comedogenicidad que los ingredientes por separado.
Como sabéis hay unas listas de sustancias “comedogénicas” usadas en cosmética muy cuqui que andan rulando por ahí y lo cierto es que sirven para más bien poco a la hora de leer la etiqueta de un cosmético y considerar si nos producirá granos o no si no se lee en conjunto la formula. Y ni aun así se puede saber con total seguridad, la única manera de tener una cierta seguridad y tampoco es absoluta es que el fabricante ha hecho las pruebas de comedogenicidad en voluntarios y en el empaquetado te indique qué es no comedogénico
Y esto es así porque una sustancia muy comedogénica en combinación o disuelta en otras puede dejar de serlo. Con lo cual el tener un listado de las sustancias comedogénicas más habituales no sirve de gran cosa puesto que la combinación de estas sustancias con otras puede tanto aumentar cómo disminuir su índice de comedogenicidad.
Así que la mayoría de las listas vienen de estos experimentos que se hicieron al principio con las sustancias aisladas y sobre la oreja de un conejo, tienes que tener en cuenta varias cuestiones la primera tú no eres un conejo y la segunda la oreja de un conejo es mucho más sensible a desarrollar comedones a cualquier tipo de sustancia oclusiva que lo que lo es la piel de un ser humano
Y aunque os voy a compartir las sustancias más habituales que producen este tipo de reacciones tienes que tener en cuenta siempre que tu piel va reaccionar como le dé la gana, y puede suceder y sucede, qué sustancias que a la mayoría de las personas no les produce problemas ni les crea comedones a ti te lo haga.
Lo que es menos habitual aun es que cuando se sabe que produce comedones que no te los produzca pero reitero que estamos hablando de cuando utilizas la sustancia aislada.
En el caso de que estemos hablando de aceites y solamente utilizas un aceite, no la mezcla de varios, sí que puede dar problemas cuando esté lo utilizas para que quede depositado sobre la piel como un serum-hidratante
En el caso de que el aceite lo utilices para la doble limpieza facial esto es improbable puesto que el tiempo de contacto con la piel es mínimo.
La lista de Maibach y Baran es la siguiente y la irritación me parece más interesante que la comedogenicidad.
Es tu piel, es tu decisión.
Bss Verónica.
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Bss Verónica.
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