La unión europea junto con los organismos nacionales, velan por la seguridad de nuestros cosméticos en el mercado, lo malo es que nadie suele hacer lo mismo en nuestro cuarto de baño.
Hay una serie de cosas básicas que debemos de conocer de nuestros productos cosméticos y de higiene personal, me refiero al etiquetado.
Muchas mujeres son auténticas expertas en leer las etiquetas de los alimentos y se saben de memoria tanto las calorías que contienen como el porcentaje de hidratos de carbono o de grasas.
Por desgracia no pasa igual con los cosméticos. Así que basándome en la legislación europea os voy a intentar contar lo básico que debéis saber cuando compráis algo.
Lo voy ha hacer a mi manera, o sea hablando llanamente y sin poner un "corta y pega" de la legislación, si alguna tiene mucho interés en leer la normativa al final de la entrada tenéis el enlace.
La composición
La composición de los productos aparecen en orden decreciente, o sea lo que primero está escrito es de lo que mas lleva, por ejemplo, si compras una crema de Rosa mosqueta y no es lo primero que está escrito, puede que lleve rosa mosqueta, pero no es el principal compuesto.
Normalmente suele ser el agua. Así que lo que estás comprando es agua con otras cosas.
No es muy exacto pero se podría decir que los cinco primeros compuestos de tu producto son lo que te están vendiendo, así que tienes que fijarte en ellos, reitero que no es muy correcto por que hay sustancias que en están en bajas proporciones que son nefastas o beneficiosas para la piel.
Pero como indicación general creo que te puede servir.
Luego es importante que te fijes en las últimas líneas, aquí no hay orden si la concentración es menor del 1 %, lo pueden escribir como les dé la gana o sea que algo esté escrito el último no te asegura que la proporción sea mínima, solo te indica que está por debajo del 1%.
Hay dos cosas curiosas, por un lado el "perfume" que lo ponen así sin decir lo que es, si tienes problemas de alergias es mejor que evites los productos que usan el término genérico por que no sabes lo que te echas.
Y en términos generales si vas a estar expuesta al sol también, no sabes lo que es y muchos de estos compuestos producen manchas y reacciones alérgicas combinadas con el sol.
Y tenemos también a mis queridos amigos, los potenciales alergenos, estos la mayoría son para dar buen olor al producto.
Mi forma de pensar es la siguiente, si la UE te está advirtiendo de que dan problemas y obligan a las empresas a que los pongan aunque la concentración sea mínima, se aplica la ley de la duda, es decir ante la duda, mejor los evitas, los más habituales son:
Geraniol, Eugenol, Cinnamal, Cumarina, Linalol, Citronelol y Limoneno.
Todos los compuestos de nanocosmetica llevan la palabra nano entre paréntesis, bien, con respecto a estos solo decir que la Unión Europea ha creado una comisión de expertos para evaluar la seguridad de estos compuesto, mi criterio es que mientras no se pronuncien mejor mirarlos de reojo. Así de simple.
Símbolos y Etiquetas
Si lo que vas a comprar tiene un formato muy pequeño y no cabe la composición en la etiqueta tiene que aparecer este símbolo.
Esto lo que te indica es que tiene que existir cerca o a tu disposición la composición del producto completa.
Si no la ves o no te la facilitan, desconfía, por ley están obligados y si no lo hacen por algo será.
Otro símbolo importante es el marcado CE, esto te asegura que ha pasado los controles de la Unión, pero ojo que esto también lo falsifican, vamos que muy difícil no es ponerle CE a un bote.
También tenemos que fijarnos si el producto presenta un símbolo en forma de reloj de arena este indica la fecha de duración mínima y debe poner «utilícese preferentemente antes del final de …».
Esto no es una sugerencia, en esto hay que fijarse bien y no usarlo si la fecha ha pasado.
Si lo usas es bajo tu responsabilidad por que no te pueden asegurar que el producto esté bien y no te vaya a causar ningún daño.
Es obligatorio para todo aquello que se estropee en menos de 30 meses.
Si el producto supera el tiempo en de 30 meses se usa el símbolo de tiempo de apertura. Se representa por un bote abierto donde indica los meses que el producto es seguro desde su apertura, para que lo entiendas desde que le quitas el precinto.
Pasado dicho tiempo el producto empieza a perder sus propiedades, dicho de una forma coloquial, se va a la porra el conservante. Estos son los más habituales.
Una vez pasado ese tiempo debes tirarlo por que no es seguro su uso.
Normalmente los conservantes han muerto y eso más que una crema o un maquillaje es un caldo de cultivo de todo aquellos bichos que puedas imaginarte, otro motivo es por que los antioxidantes no son ya efectivos o se han muerto y las grasas empezaran a enranciarse.
Una buena idea para evitar este problema, por que no se vosotras pero yo no recuerdo cuando he comprado algo de cosmética, es escribir la fecha de cuando lo has abierto con un rotulador indeleble en el envase.
¿Te comerías un yogur que lleva tres años en tu nevera?
Ni en broma¡¡ y entonces ¿Por que haces eso con una sombra de ojos o con una crema?, piénsalo bien.
No solo ahorraras espacio sino que además evitarás más de un problema sanitario.
Y si lo piensas bien, verás que los cosméticos más caros son tremendamente caros, vamos que amortizar unas sombras de ojos de "marca" es difícil a no ser que te pintes todos los días como una puerta por que se han jorobado antes de que te de tiempo de terminarlas.
En cuanto a las cremas, si son de meter el dedo, nena, en cuanto cumpla el plazo a la basura directas, cada vez que metes el dedo dejas detrás de ti un rastro de bacterias y hongos que dan para hacer una tesis doctoral, mientras los conservante guardan toda su efectividad no hay problema, pero según pasa el tiempo las bacterias están más a sus anchas.
Quizás deberías de preguntarte si los granitos, manchas o ronchas (término muy profesional por mi parte) que tienes no son el resultado de que tu hidratante también se acuerda de "Verano Azul".
Si tu crema tiene más años que alguno de tus hijos, ya sabes que te tienes que despedir de ella. Esto incluye a las barras de labios, los esmaltes, los protectores solares y demás potingues que guardas por que te costaron una pasta o que pertenecen al grupo "quizás mañana me los eche" o "solo me los echo en ocasiones especiales"
Los cosméticos no son eternos y por mucho que te haya costado algo, tu piel y su salud, valen más.
Tiralos, ¡por que tu lo vales¡.
DIRECTIVA 2003/15/CE DEL PARLAMENTO EUROPEO Y DEL CONSEJO de 27 de febrero de 2003
Es tu piel, es tu decisión.
Bss Verónica.
Si tienes preguntas en los comentarios de mi cuenta de Instagram es donde puedes plantearlas. @veronicavivascr
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