Llegas tan feliz a tu casa porque te acabas de comprar tu primera crema con hidroxiácidos, ya estás loca por levantarte al día siguiente y verte la cara como el culo de un bebé. Y lo que sucede es que te levantas al día siguiente y o bien no ha pasado absolutamente nada o bien te levantas con la cara irritada o en el peor de los casos colorada como un tomate y todo esto a veces aparece aderezado de una bonita de descamación que no hay forma de disimular si te maquillas porque tienes más escamas que una serpiente mudando la piel.